Desde Puerto Iguazú, tomamos un vuelo a la ciudad de Salta, en las guías llamada "la Linda". Tal vez ese fue el primer motivo que provocó nuestra desilusión.
Linda? Pues no lo parecía...
Cuando el taxi nos dejó en la puerta del hotel, primer shock... era la casa de la familia Monster!!!! La construcción era una casa antigua con decoración barroca (muy recargada) y a pesar del esfuerzo del personal, no acabamos de encontrarnos a gusto. La habitación que nos tocó, en el tercer piso y sin ascensor..., dejaba mucho que desear para las 4 estrellas que tenía el establecimiento. Una buena cuadrilla de hormigas bien alimentadas, se habían hecho las dueñas del lugar y el agua del baño era escasa y sin fuerza, no nos hubiese resultado extraño que apareciese algún fantasma salteño a darnos la bienvenida...
Comimos y paseamos por el pueblo, subiendo al cerro de San Bernardo en teleférico, pero el calor reinante, acabó con mis fuerzas y como tampoco había mucho mas que ver, y las calles empezaban a llenarse de gente, decidimos comprar unos sandwich e irnos al hotel a cenar y a descansar, pues al día siguiente, a las 7:00 venían a buscarnos para una excursión, la Quebrada de Humahuaca.
Lo único a destacar y que fotografiamos, fue la Catedral de Salta y su iluminación
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